martes, 20 de febrero de 2007

Según te veo, te trato


“Asesinan a tres diputados al Parlacen”, fue el titular (al menos el de Prensa Libre) de hoy, al referirse al asesinato de tres diputados salvadoreños, cuyos cuerpos aparecieron calcinados dentro del vehículo de uno de ellos. En las páginas interiores se puede leer “Cualquiera que anoche quisiera acercarse a la escena del crimen tenía que pasar tres puestos de registro. Además, alrededor de 25 patrullas de la Policía fueron movilizadas al área (…) En el lugar del crimen también se encontraba el fiscal general, Juan Luís Florido, acompañado del jefe de la Fiscalía de Delitos contra la Vida, Álvaro Matus”

No me aparto de lo deplorable de este suceso, porque son cuatro víctimas (incluido el piloto del vehículo), cuatro seres humanos y la misma cantidad de familias las que sufren tanto por la pérdida, como por la forma en que se suscitó. Lo que me consterna es la rapidez con que las autoridades guatemaltecas se desplegaron, cuando en nuestro país las cifras diarias de asesinatos y ejecuciones extrajudiciales son tan alarmantes, y sí, es cierto que sería imposible movilizar a 25 patrullas con sus correspondientes agentes y que el Ministro Vielmann y otros funcionarios estuvieran presentes en cada uno de estos desafortunados casos, pero lo lamentable es que se de tanta preponderancia al suceso por ser las víctimas tales o cuales dignatarios, y no un simple Juan Pérez, de esos que mueren todos los días y que si no tienen ni perro que los lama ni gato que los arañe, terminan como XX.

Hace como seis meses, un niño vecino mío (tenía 16 años) desapareció misteriosamente, cuentan que se encontraba tomándose un agua con un grupo de jóvenes (niños también) en una tienda que queda a unas 5 cuadras de donde vivimos, dicen que era un carro sin placas y de vidrios polarizados, y que de éste bajaron dos tipos, quienes les dijeron tanto a él como a otro muchacho que los acompañaran (de forma poco cortés, por supuesto), a lo que desafortunadamente ellos accedieron. Dos días después aparecieron ambos cuerpos. El frágil cuerpo de mi vecinito dejaba suponer que le habían reventado el estómago a patadas (no se al otro muchacho), luego estando aún vivos, ambos jóvenes fueron quemados…sus cuerpos también quedaron calcinados en un terreno baldío, sin embargo ellos eran simplemente un par de Juan Pérez que a nadie interesa, excepto a su familia y sobre todo a su madre que aún lamenta silenciosamente su ausencia, que sabe que no hay para dónde, porque aquí no hay justicia para el que no tiene con qué. Lo irónico de su muerte, fue que los tipos del carro polarizado hicieron “justicia” con la persona equivocada, ya que confundieron al muchachito con uno de sus hermanos, quien al parecer sí anda metido en algo, o por lo menos andaba porque no lo volvimos a ver.

Todos (o por lo menos bastantes) sabemos que en Guatemala continúan existiendo aparatos clandestinos de seguridad, como el famoso SIC… tampoco es un secreto que en El Gallito, continuamente se dan verdaderas guerras entre narcos, yo trabajé cerca de allí y bastante seguido se escuchaban tiroteos, a veces también se escuchaban ambulancias, y otras pocas se observaban también despliegues de elementos de la PNC… pero estas son las cosas de las que por “alguna” razón, no leemos en los periódicos…sólo cuando a los intereses de alguien conviene que se divulgue, especialmente en época de campaña electoral...



1 comentario:

Freddy Murphy dijo...

Estos de acuerod la justicia nacional es como díria la filósofa Shakira. loca, ciega, sordomuda,torpe,testaruda.

Saludos