lunes, 5 de febrero de 2007

Ojos ajenos

Hermosos ojos color café, me dije a mi misma cuando lo conocí… fue realmente encantador. Me vio, pero no esperaba verme en ese momento, ni que yo lo hiciera, así que huyó sólo musitando: “perdón”. Tal vez fue el momento, o el lugar, el asunto es que desapareció en un instante, y yo congraciándome con su pena le sonreí con cierta indulgencia, sin poder evitar sonrojarme.

En un par de minutos estaba de vuelta. En ese instante hasta pude imaginarlo preparándose en el pasillo anterior para poder sobreponerse al momento y tomar las fuerzas suficientes para presentarse con propiedad, olvidando el anterior bochorno. Fue allí cuando siguiendo a mi acostumbrado espíritu inquisidor, pude elaborar un rápido perfil del hermoso espécimen que estrechaba mi mano: “Apuesto, casanova, entre 27 a 30 años, en busca de aventura, seguramente profesional, ve directo a los ojos (y no a otros lugares), Don Juan, entre 1.67 y 1.70, seguramente casado y mujeriego”.

Luego de ese fugaz pero lindo primer encuentro, continuaron otros más en los siguientes días. Se había iniciado la cuenta regresiva pensaba yo, y estaba en lo correcto, ese conteo llegó justamente al No. 0, cuando alguien me comentó (sin yo preguntarle) que el dueño de esos bellos ojos estaba casado y tenía 3 hijos. Por cierto, la cuenta regresiva de la que hablaba anteriormente era efectivamente, la cuenta regresiva para que me decepcionara de alguna manera. ¿Mecanismo de defensa?... Quizás, pero a veces es más fácil aceptar la realidad de esa forma.

En fin, de eso hace ya más de un mes, pero sigue merodeando, como alguna especie de fiera en busca de su presa, calculando el terreno…olfateándolo, estimando horarios, tratando de coincidir en algún momento. Es halagador saber que hay alguien que se interesa en uno de alguna manera, que trata de controlar el tiempo y el espacio que uno ocupa, que lo ve a uno de reojo, clandestinamente. Eso eleva mi autoestima, pero no cambia las cosas. Solo de pensarlo me da flojera… Eso de andar compartiendo tiempos, espacios y pensamientos, y ubicarse en el lugar que vaya quedando, realmente qué “hueva”.

No hay comentarios: