viernes, 9 de febrero de 2007

Madrugadas chapinas


Las madrugadas de este inicio de año han sido realmente espectaculares. Levantarme pensando en todas las tareas por hacer, en el tiempo que no tengo, en el sueño que insiste en no dejarme abrir los ojos, en mi acogedora cama y sus tibias sábanas… Sin embargo, cuando al fin logro levantarme y salir, veo el cielo y las nubes que poco a poco se van delineando entre las montañas, a veces claroscuro, a veces teñido de púrpura o de naranja… alguna explicación “científica” deben tener esos colores (ambiental seguramente)… sin embargo prefiero ver el lado bueno, y dejar que ese cielo sea una de las cosas que cada mañana me motiva a levantarme, a respirar el agradable y fresco aire matutino, a contemplar las últimas estrellas que aún se dejan ver… Hace algunas mañanas, todavía logre ver esa hermosa luna llena, allí tan solitaria, pero tan digna.

Y bueno, con todo esto, no pude evitar recordar cuando era niña… mi papá solía llevarnos a mi hermana y a mí los días domingo, a pasear a una especie de bosque que quedaba en una colina a poco más de un kilómetro de donde vivíamos…entre otras cosas, me gustaba ver el cielo tan limpio y azul, aunque a veces me daba miedo porque cuando me acostaba sobre la grama, me daba la sensación de que era tragada por esa azul inmensidad.

También me gustaba ver las figuras que las nubes iban formando… hasta que en alguna ocasión algún adulto me recomendó que dejara de hacerlo, porque según dijo, eso lo ponía a uno “huevón”… alguien también dijo que cortar de unas flores silvestres que habían por allí, unas de un color entre lila y blanco, era malo, porque uno empezaba a quebrar las vajillas de “china”… alguien más dijo que no era bueno oler las flores, porque le salían a uno gusanos de la nariz… de las flores de muerto, ni se diga…era de mala suerte llevarlas a la casa… de subirse a los árboles frutales si uno era niña… se malograba la cosecha para siempre… en fin mi infancia estuvo llena de mutiladores de sueños… Sin embargo, hoy insisto en qué lindas son las mañanas chapinas!!!

P.D.: Por cierto, no pude sacar una mejor foto, porque había prestado la cámara y cuando al fin me la devolvieron, los púrpuras y naranjas no volvieron… snif!!!

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